lunes, 26 de enero de 2009

Fiestas íntimas

Comentario de un invitado a una de la majestuosas y tumultuosas reuniones que solía hacer el Señor Gatsby, en las cuales se servía la cena dos veces, la primera a las ocho de la noche y la segunda a la media noche:

...
Y a mi me gustan las grandes fiestas. Son muy íntimas. En las fiestas pequeñas no hay intimidad
...

Me decidí a leer El Gran Gastby de F. Scott Fitzgerald gracias a que el personaje principal de Tokio Blues (Watanabe) lo tenía en alta estima.

Por cierto, el libro me costó solamente $35 (menos de $3 USD) en la librería Gandhi , una verdadera ganga.

sábado, 24 de enero de 2009

Elogio del cuento

Gracias a un mensaje de Alfonso Bustos, con quien hice migas en la FES Iztacala de la UNAM, llegué a este artículo en el suplemento literario Babelia del diario español El País, del cual muestro el inicio.

Espero que naveguen a aquellas playas hispánicas y se sumerjan en ese importante suplemento.

Elogio del cuento


Alberto Manguel 24/01/2009
No sabemos en qué momento el cuentista supo que lo que contaba sería un género literario. Lo cierto es que en algún momento de nuestra historia el cuento se diferenció del poema, de la novela y del ensayo, y emergió como un género literario distinto para que los profesores universitarios tuvieran de qué ocuparse. Sin embargo, más allá de esas divisiones burocráticas, el lector intuye que el cuento no es novela, que una diferencia que puede medirse (pero no definirse) por el número de páginas, distingue uno del otro. Borges alguna vez dijo que escribía cuentos porque la novela le parecía una exageración. Detrás de la boutade se oculta una verdad literaria: la novela expande la narración, el cuento la concentra.
...

jueves, 22 de enero de 2009

Luna

Encontré esta "pequeña cosa" en "un cajón", lo escribi hace 13 años.









LunaBellos
LuzVellos
BrilloVenus
Ojos

Septiembre de 1996

miércoles, 21 de enero de 2009

Wellcome Mr. Obama

Defraudará como defraudan todos
los que ciñen laureles y coronas,
pero otros aires traen otras personas
y no es lo mismo Hollywood que el Nodo.

Por fin la lista de los reyes Godos
se viste de un color que desentona,
yes, we can, grita Springsteen y Madonna
cultivando gardenias en el lodo.

Y así, mientras los perros y los gatos
desnudos, con los ojos como platos,
le piden un milagro a san Obama,

los parias, los ateos, los maricones,
jugamos a no hacernos ilusiones
por si termina la comedia en drama.

So long Mr. Bush

Al criminal de guerra analfabeto
apóstol de un Yahvé paleocristiano
tan bastardo, tan mal samaritano,
peor que el otro Bush y más paleto,

cuyo programa cabe en un panfleto,
guantanamero, vil, burdo, tejano,
con futuro en la fragua de Vulcano,
da vergüenza ripiarle este soneto.

Caín de la batalla más cobarde,
el banquillo en La Haya está que arde
esperando que baje lo que sube.

Que se vaya al infierno en buena hora
el necio que desprecia cuanto ignora
con b de burro en vez de doble uve.

Poema: Wellcome Mr. Obama
Año: 2009, Interviú
Letra: Joaquín Sabina


Tomado de http://www.joaquinsabina.net/2009/01/19/wellcome-mr-obama/

sábado, 17 de enero de 2009

Stand by me

Tuve conocimiento de este emotivo video gracias a un miembro de PCM, Mauricio-José Schwarz. Gracias.

¿Qué parte de 'somos una sola humanidad' no entiende la gente'?

viernes, 16 de enero de 2009

Guanajuaticen a su reverenda ...

La bronca no es que Felipe El Breve sea católico, cada quien sus supersticiones, pero que con la investidura de Presidente de mi país, aunque sea espurio, hable en una reunión claramente religiosa me hincha las pelotas.

Que vaya a misa en lo oscurito, que deje su limosna y que le pida a su diós por su familia es muy su cuento; pero que a nombre de sus representados unaugure una reunión que incluso va a contracorriente de la sociedad ya es asunto público que no deberíamos permitir.

¡Si Juárez no hubiera muerto!

Helguera, en la Jornada, es contundente:

Felipe El Breve

35,000 visitas

El 3 de octubre de 2008 ya habían caído en la telaraña 30,000 incautos.

Apenas 3 meses depués se suman otros 5,000.

A tropezones he podido seguir manteniendo este blog que, me han dicho y con razón, ha tomado un fuerte tinte erótico. ¡Qué le voy a hacer, es lo que las musas me han sugerido en estos meses!.

Gracias

sábado, 10 de enero de 2009

Tokio Blues: Eros y Tanatos al estilo japonés

Norwegian Wood
And when I awoke, I was alone, this bird had flown
So I lit a fire, isn't it good, norwegian wood.
The Beatles

Norwegian Wood (Bosque Noruego) es el subtítulo del bestseller de Haruki Murakami "Tokio Blues" que tiene como hilos conductores el sexo y la muerte, la eterna lucha entre Eros Y Tanatos.

Para Bataille la sexualidad y la muerte no serían más que momentos agudos de una fiesta que la naturaleza celebra y ambas tienen el sentido del despilfarro ilimitado en contra del deseo de durar que es lo propio de cada ser y afirma que el sentido último del erotismo es la muerte (Bataille, G: El erotismo. Tusquets Editores, Barcelona, 1979, vía http://www.sexovida.com/arte/sexoymuerte.htm)

Watanaba, el personaje central de la novela, nos relata una etapa de su vida en que pasa de la adolescencia a la madurez (o casi). La época no podría ser mejor: los turbulentos 60s. La música de fondo inmejorable: Los Beatles, Dylan, Mozart y muchos más.

Sexo por montones: dulce, insatisfecho, oral, amistoso, conflictivo, culposo, masturbatorio. Siempre en el centro del conflicto de las relaciones humanas, ya se trate de amigos, novios, amantes ocasionales o la autosatisfacción. Siempre como el gran liberador, muy al estilo freudiano.

La muerte aparece en varios momentos. Pone el componente trágico en la novela, aunque le da sentido a la vida, a la amistad y al amor. A veces se convierte en la gran solución de los conflictos.

Una novela habitada por un sinnúmero de historias divertidas, deprimentes, absurdas, juveniles, pero siempre entretenidas. Se ha llegado a decir que la lectura de este libro es adictiva. No es para tanto, pero es claro que el oficio del autor para mantener el interés del lector es inmejorable, por algo tiene varios éxitos de librería.

Un botón como ejemplo. Watanabe y su amiga Midori observaban un vetusto edificio, la antigua escuela de ella, de cuyo jardín sale una columna de humo blanco.


...
-Watanabe, ¿sabes qué es este humo? -me preguntó Midori.
Le respondí que no
-Compresas quemadas.
-¿Ah, sí? -repuse. No se me ocurrió otra cosa que decir.
-Compresas, tampones -dijo Midori sonriendo-. Todo eso se tira al cubo de la basura de los lavabos. Piensa que esta es una escuela de niñas. El viejo conserje lo recoge de los cubos y lo quema en el incinerador. De ahí el humo.
-Da una sensación de amenaza... -comenté.
-Si, eso es lo que yo pensaba cada vez que lo veía a través de las ventanas de la clase: "¡Qué amenazador!". Entre todos los cursos, en la escuela habrá unas mil niñas. Restando las que aún no menstrúan, quedarán una novecientas. De éstas, una de cada cinco tiene la regla a la vez, lo que representa unas ciento ochenta niñas. Es decir que, en un día, se tiran al cubo de la basura compresas usadas por esas ciento ochenta niñas.
-No sé cuánto será exactamente.
-Una cantidad considerable. Las compresas de ciento ochenta chicas. ¿Qué debe de sentirse al ir recogiendo y quemando todo eso?
-No tengo la menor idea -dije.
¿Cómo iba a saberlo yo? Ambos permanecimos unos instantes contemplando el humo blanco.
...


¿Insulso, vulgar? Tal vez, pero divertido.

¿Debe leerlo todo mundo? Si, aunque al final no se convierta en un clásico, creo que su lectura les dejará varias lecciones: una gran cantidad de música por escuchar, varios títulos de libros que hay que leer (Watanabe es estudiante de literatura) y muchos platillos que probar. Si le dedicaste tiempo a Harry Potter, Murakami se merece tu atención.

Por otro lado, la traductora hace un trabajo excelente al poner en los pies de página la descripción de la variada comida japonesa que se menciona en la obra, lo cual posibilita el ir al fabuloso restaurante Tokio en la Zona Rosa y recrear el ambiente de algunos momentos de la novela.


Tokio blues. Norwegian Wood
Murakami, Haruki
España (01/06/2005)
ISBN: 84-8310-307-9
392 pág

Bichito 19

Si Bichito, ahora lo confirmo, soy un optimista de tiempo completo.

Hasta ahora caigo en cuenta de que cuando tuve que reamueblar mi recámara, después de aquella ruptura inesperada en la cual muchos de mis muebles volaron, no dudé ni un segundo en comprar una cama tamaño matrimonial.

Estaba seguro, y no me equivoqué, que en muy poco tiempo te encontraría, que llegarías para dar calor y nueva vida a mi colchón, a mi vida.

Sin embargo, ya hace casi un mes que tu ausencia me hace soñar que duermo en un campo de fútbol, en una inmensa plaza en donde solo hay una larga asta esperando tu arribo.

Ya no tardes, haz que mi compra vuelva a tener sentido.

Te extrañamos.

jueves, 8 de enero de 2009

Sensacional de labios. Lo Indecible

De adolescente aprendí de Carlos Fuentes que uno no debería poner límites a su propia escritura, que el acto de escribir debería asumirse con total libertad, sin tapujos, sin filtros estúpidos asociados a la moral en turno. Al menos eso recuerdo. Tal vez fue otro autor o varios de ellos. O quizá fue algo que he aprendido a los largo de los años.
Estoy por terminar la novela Tokio Blues de Haruki Nurakami y me encuentro con que él se atreve a decir cosas que seguro se nos han ocurrido a muchos de nosotros, y que hemos dejado en el teclado, sin atrevernos a ponerlas por escrito por vulgares, guarras, extrañas o por mostrar una parte nuestra que deseamos dejar mejor en la oscuridad.
Esta nueva etiqueta para mis entradas en el blog (Lo Indecible) señalará que lo escrito puede ofender a los puristas o provocar pensamientos indeseables en los lectores. Están advertidos.

Sensacional de labios


-- ¿Te gusta como te lo hago? -- me dijo al regresar junto a mi para abrazarme y pegar su húmedo cuerpo junto al mío.
-- Mucho, eres una experta.
-- ¿Te puedo pregunta algo?
-- Claro, pero recuerda que puedo negarme a responder si considero que estás por rebasar la frontera del no retorno.
-- Lo entiendo, sabes que puedes mandarme a la chingada y no decirme nada. Además ya lo has hecho más de una vez.
-- Más vale que quede claro -- le dije mientra tomaba un Marlboro y le daba un trago a la cuba de Bacardí que esperaba en mi buró.
-- ¿Es cierto que la forma de la boca, el grueso de los labios, puede provocar más placer al hacerlo oralmente?
Me encantaba la forma en que Florencia hacia esas preguntas. Parecían salir de la boca de una adolescente, pero sus labios carnosos, su gran boca, su estupenda técnica que me volvía loco desmentían esa primera impresión.
¿Era realmente una duda surgida en ese momento? ¿Alguno de sus amantes, actual o anterior, se lo había dicho para hacerla sentir bien? ¿Alguien añoraba, y se lo había comunicado, esa cavidad en la que vivía la traviesa lengua de mi amiga?
-- No se. --respondí con gran seriedad, exhalando el humo de mi cigarrillo -- Tendría que invitar a alguna de mis amigas, de labios delgados, para que hagamos una prueba experimental alternando entre ella y tú. En realidad ni cuenta me doy de lo que haces allá abajo. Sólo me llegan al cerebro sensaciones nuevas, maravillosas, indescriptibles. No se si es tu lengua, tus labios, tus dedos, la palma de tu mano lo que estás usando, ni donde exactamente se encuentran. Habría que filmarlo todo, con las dos mamadoras de Indias, y analizarlo con todo cuidado.
Aunque esperaba el golpe no pude evitar que la pesada almohada me lastimara el pómulo y en ojo izquierdos.
-- ¡Cabrón! ¡Te aprovechas porque te adoro!-- me siguió golpeando Florencia mientras reía como desquiciada.
La abracé, sumándome a la algarabía de sus risas. Rodamos por la King Size y finalmente la tumbe de espaldas, la penetré e hicimos el amor, desaforadamente, por tercera vez en esa tarde.
Al final le prometí que la próxima vez pondría mas atención al accionar de sus hermosos y sensacionales labios.