domingo, 13 de enero de 2008

Boda en la campiña mexiquense

El sábado pasado asistí a una boda en un poblado a unos 45 minutos de la ciudad de Toluca: San Agustín Citlali, en el municipio de Almoloya de Juárez.

Empiezo a escribir esto a las 23:41 del domingo siguiente al festejo. No cuento con el tiempo suficiente para relatar con el detalle adecuado las minucias de ese día. Así que solo pondré por escrito las notas mentales que tomé, para evitar que el paso de los días las borre o las altere más.
  • Lala y Anita me recogieron a las 12:40 en Tollocan y Tecnológico, casi una hora después de lo pactado. La boda religiosa empezaba a las 12:50 horas.
  • Hicimos una escala en el outlet de Crisa, en donde compramos el regalo. Desde luego lo entregamos sin envolver.
  • Lala llevaba un mapa que mostraba claramante en donde había que salir de la carretera hacia Atlacolmulco, los lugares en donde debíamos optar por un camino u otro y las señas de los lugares que nos indicarían que el camino era el adecuado.
  • Algunas indicaciones: Dar vuelta a la derecha en donde hay un colegio militar (resultó se una escuela de policía). Pasar unos arcos. Contar 4 iglesias, la boda sería en la cuarta. El pueblo se llama San Agustín Citali. La fiesta sería en el domicilio conocido de los padres del novio.
  • Llegamos a la iglesia a las 13:55. Entramos y cinco minutos después estábamos tomándonos una foto en el altar con Elsa y Carlos, los desposados.
  • Afuera de la iglesia habia un arreglo floral que mostraba cada una las iniciales de los novios dentro de un círculo de follaje. Le comenté a Lala que me recordaban los símbolos de No estacionarse y Copyright. Estuvo de acuerdo.
  • En la misa y en la fiesta solo había dos señoras güeras y tres niños güeros. Las señoras eran la patrona anterior de Elsa (que vino desde Querétaro a la boda de su antigua trabajadora doméstica) y Lala (que perderá a Elsa, pero ganará a Siria, cuñada de Elsa, como su nueva muchacha). Los niños güeritos eran hijos de ellas.
  • La fiesta se realizó en medio de un lomería cercana a la carretera pavimentada. Después de manejar por quince minutos en un camino de terracería, de subida, llegamos a un inmensa carpa con largas mesas que ya contaba con manteles blancos. En las mesas había cada tres metros un refresco de 2 litros (Jarritos o Coca Cola), una recipiente con salsa, otro con sal, vasos desechables, servilletas y un botella de tequila 30-30 (http://www.tequila3030.com/base.htm) reposado y 100% de agave azul.
  • Al fondo de la inmensa carpa (Lala calculó que con capacidad para 400 personas sentadas) había una gran mesa con cazuelas, un comal rodeado por cuatro o cinco mujeres echando tortillas y varias más llenando bandejas con platos de unicel que ya contenían la comida.
  • Casi inmediatamente (incluso antes de que llegaran los novios a la fiesta) sirvieron la comida: un plato con tres divisiones con arroz, nopales y carnitas picadas.
  • Pronto llegaron las tortillas hechas a mano: gruesas, calientes y sabrosas.
  • Unos quince minutos y 4 tacos más tarde pedí un poco de trompa y oreja y fui atendido son prontitud.
  • El padrino de cervezas pasó varias veces cargando un cartón de cervezas frías preguntando que cuantas nos dejaba.
  • La mamá de la novia fue a sentarse un rato con nosotros. Entre muchas otras cosas nos dijo, al hablar del párroco que ofició la misa: "A veces el padre platica con nosotros (refiriéndose a ella y a su esposo) y a veces nosotros platicamos con él"
  • Nos enteramos también del costo de la boda, de cuantos puercos se habían sacrificado, que catorce padrinos que habían cooperado para la boda, de que el marichi quedó de llegar a las 16:00 y que no llegaba, que mucha gente se había ido después de la cómida debido a que había otra boda en una casa cercana pero que "seguro fueron también a comer, pero al rato que oigan la música van a regresar". Que su yerno es albañil entre semana y vocalista de un grupo musical los fines de semana.
  • Uno de los tres padrinos de mariachi llegó finalmente con el grupo folclórico, no el que se había contratado (perece que se perdieron y nunca llegaron a la gran carpa), sino otro que consiguió en la cabecera municipal. Los había contratado por tres horas.
  • En el lado opuesto a las mesas con la cazuelas de carnitas, arroz y nopales estuvieron armando un gran templete, con torres e inmensas bafles pues a las 19:00 llegaba el grupo que iba a amenizar el baile. "No es el grupo de mi yerno, es otro de otro pueblo" nos decía la madre de la desposada.
  • Lala y yo (ayudados por dos lugareños que nos pidieron algo del licor de agave) dispusimos de la mitad de la botella de tequila, además de tres cervezas y un poco de Coca.
  • Anita comió poco, pero se divirtió mucho pues las hermanas de Elsa (a quienes ya conocía pues suelen acompañar a su hermana a la casa de Metepec) la invitaron a jugar en el río.
  • Salimos de la fiesta a las 18:40, sin haber bailado, sin probar el pastel que acababa de llegar y que mantenía un incipiente equilibrio por sus cinco pisos de altura.
  • Empezaba a anochecer, pero había suficiente luz para recorrer los dos o tres kilómetros que nos separaban de la carretera asfaltada.
  • Llegamos una hora después al hotel Crown Plaza (Lancaster), en Metepec, a tomar un pastel con café. Me agradó ver en el vestíbulo un mural de mi amigo Julio Carrasco (de hecho esperaba encontrar algo de él, pues en el hotel Lancaster de Tlalnepantla está instalado un gran mural que Julio hizo por los 500 años del descubrimiento de América). Los precios de lo que consumimos nos parecieron excesivos, pero el lugar era elegante y nos atendieron de lujo. No pensamos regresar en mucho tiempo.
Si acaso estas notas no pasan de eso, espero que ustedes, mis dos lectores, unan las líneas para formar un figura que muestre lo bien que la pasamos ese día.

Felicidades a Elsa y Carlos.

miércoles, 9 de enero de 2008

Bichito 011

Fue una bella noche. Pasar de un año al otro, brindando con vino espumoso, bailando, rodeado de globos multicolores en ese hotel de una Avenida Reforma llena de luces, y en tu compañía, fue algo fabuloso.

Gracias Bichito. Ojalá esa dicha se alargue y permanezca durante todo el 2008.

Me encantaría repetirlo el 31 de diciembre de 2008 ¿aceptas?