sábado, 30 de junio de 2007

Marcha del orgullo gay

Al regresar hoy de hacer algunas compras en el centro histórico de mi amada ciudad me topé con la Marcha del orgullo gay que iba por Juarez y Madero hacia el Zócalo. Estos son cuatro apuntes que tomé mentalmente:

No tiene precio, es de cooperación voluptuosa
Voceador del diario del PRD respondiendo una pregunta sobre el precio de la publicación

En una de cada cinco familias hay alguien que no es heterosexual
Letrero en un carro alegórico que apoya a las familias de homosexuales

El Condomóvil
Camioneta con tres gays vestidos festivamente, quienes lanzaban condones a los asistentes

Soy la oveja rosa de mi familia
Letrero en una playera de un asistente a la marcha

viernes, 29 de junio de 2007

Bichito 005

¿Nunca te has preguntado, Bichito, el porqué en ocasiones te pido que me dejes observar tus profundos ojos azules cuando hacemos el amor?

En esos momentos brillan como un sol cobalto que me permite entrever un posible futuro sin tí, sin tu sexo.

Esa nostalgia de tí, absurda en ese momento, me permite aquilatar la importancia de tu cercanía, del tacto de tu piel, de tu olor a mujer madera, de tu dejarme hacer, de tu amor.

Me permite observarme en una tarde oscura, a la orilla del Misisipi, escuchando el blues de no tenerte.

De amor y otras miserias

Ulises Paniagua colaboró de manera involuntaria con un par de líneas para un poemita mío. Y no sólo eso, me autorizó a publicar algo de su autoría, así que aquí les dejo una muestra de su talento:

Los hombres y mujeres o bien se devoran rápidamente en eso que se llama el acto del amor, o bien se crean el compromiso de una larga costumbre a dúo. Entre estos dos extremos no hay término medio. Eso tampoco es original.”


Albert Camus.



Hay que hablar de amor y deseo mientras nos queden labios con que besar…”



I.



Después de todo sólo se trata de la carne, de los amorosos territorios;

de esa fiebre incesante con que los cuerpos se revuelcan en la tumba.

Después de todo sólo se trata del amor como una gran estafa,

el demonio desnudo que ronda la húmeda costra de la sábana

-hormiga inarticulada con fatiga de insomnio-


Quizá, en los recovecos urbanos donde asoman la timidez y el prejuicio,

en las noches plenilunares sin sortilegios y sin ruido

convoquemos urgentes el placer solitario, callado y milagroso,

ese sueño que todos soñamos -¿quién lo sabe?

(Ayer compré un poema en avenida Reforma;

me sorprendió su sabor a pornografía profana;

el orgasmógrafo matutino llamó a toque de queda;

tuve que correr para fustigar el suceso)…


Tal vez sea sencilla cercanía, proximidad de vahídos en combate de cuerpos,

crucigrama de pieles cicatrizadas a fuerza de besos -incógnitos mapas que conducen al alba-)

perfume que descuidamos en las batallas;

un hombre, una mujer, un ángel compartido…

tal vez:

ese león insatisfecho que habita entre los muslos,

ese pretexto necio y necesario de compartir cama,

esa pinche y persistente necesidad de olvido.


Ulises Paniagua

domingo, 24 de junio de 2007

Bichito 004

Sí Bichito, te dije que Los Monólogos de la Vagina era una buena opción para gastarnos la primera parte de la noche del sábado.

No Bichito, en una noche no se puede hacer la tarea pendiente de casi toda una vida.

Si Bichito, prometo que haré lo que esté de mi parte para que no dejemos ninguna asignatura por cursar y, sobre todo, aprobar.

Si Bichito, la tuya siempre me ha parecido un templo a Afrodita, del cual soy el misacantano exclusivo.

jueves, 21 de junio de 2007

Poema a duo

No lo pude resistir. Ulisses Paniagua, asiduo asistente a La Tregua Café, me mandó un documento con algunos de sus poemas, inéditos seguramente. Ya le escribí solicitando su anuencia para publicar alguno(s) de ellos en este blog, o en su defecto, me enviara alguno ya publicado para no afectar sus derechos de autor.

Sin embargo, al leer uno de ellos, un par de líneas me congelaron la vista, me hicieron hervir las neuronas y casi hicieron que mis nudillos escribieran por su propia voluntad dos líneas más que dieron como resultado este asalto a Ulisses. Perdón al autor, ruego su clemencia:

Guardo silencio, te busco, nos perdemos,
debiéramos al alba conseguir un astrolabio...
Mientras tanto, durante esta noche, mar oscuro
me guiaré con la estrella polar de tus gemidos


(Las líneas en itálicas son de mi autoría)

martes, 12 de junio de 2007

Bajos Placeres

Hace algunas semanas tuve que ir al pedicuro pues andaba caminando como si me hubieran quemado las patas, todo debido a unas horribles callosidades en la planta de ambos pies, fruto de zapatos muy duros. Después de menos de una hora de trabajo quedé como nuevo. Salí bailando I'm singing in the rain cual Gene Kelly nacional.

Hoy tuve tiempo y dinero para regresar, pero, como dice Paquita la del Barrio, esta vez por puro placer.

Hombres, no tienen que ser metrosexuales para ir al pedicuro. Es una experiencia casi orgásmica, sin condón (aunque la muchacha usó guantes de látex), y por sólo $150.

¡Muy recomendable!


Singing In The Rain


I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feeling
I'm happy again
I'm laughing at clouds
So dark up above
The sun's in my heart
And I'm ready for love
For love
Let the stormy clouds chase
Everyone from the place
Come on with the rain
I've a smile on my face
I'll walk down the lane
With a happy refrain
Singing, singing in the rain
In the rain.

La...

I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feeling
I'm happy again
I walk down the lane
With a happy refrain
I'm singing, singing in the rain
In the rain
In the rain

sábado, 9 de junio de 2007

Bichito 003

Oye Bichito, ¿y si en lugar de ir al cine vamos al lugarcito que vimos en Álvaro Obregón y Monterrey, compramos un vino tinto, algunos quesos, pan de centeno, aceitunas negras, jamón serrano y regresamos al departamento a terminar esa larga cuenta de tus pecas que quedó pendiente, por razones más que obvias, la semana pasada?

RAF

Todos los días llegan


Todos los días llegan alguna vez, aunque no lo creas y aunque no lo quieras, y por más lejanos que parezcan. El día en que cumples dieciocho años y tienes tu primer baile. El día en que te casas y eres feliz. Y cuando llega el último día, el día de tu muerte, todos los días se vuelven uno solo. Y resulta entonces que tú, que todos, hemos estado muertos desde siempre.

Carlota, en Noticias del Imperio de Fernando del Paso

como ser un gran escritor


tienes que follarte a muchas mujeres
bellas mujeres
y escribir unos pocos poemas de amor decentes

y no te preocupes por la edad
y/o los nuevos talentos.

sólo toma más cerveza más y más cerveza.

Ve al hipódromo por lo menos una vez
a la semana

y gana
si es posible.

aprender a ganar es difícil,
cualquier idiota puede ser un buen perdedor.

y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.

no te exijas.
dormí hasta el mediodía.

evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.

acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).

y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota
ya sea por buenas o malas razones.

un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.

quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las araña sé
paciente,
el tiempo es la cruz de todos.
más
el exilio
la derrota
la traición

toda esa basura.

quédate con la cerveza

la cerveza es continua sangre.

una amante continua.
agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana

dale duro a esa cosa
dale duro.

haz de eso una pelea de peso pesado.

haz como el toro en la primer embestida.

y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievsky, Hamsun.

si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...

entonces no estás listo

toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay
está bien
igual.

Charles Bukowski

Bichito 002


Definición del Amor


Desmayarse, atreverse, estar furioso,
Áspero, tierno, liberal, esquivo,
Alentado, mortal, difunto, vivo,
Leal, traidor, cobarde y animoso;

No hallar fuera del bien centro y reposo,
Mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
Enojado, valiente, fugitivo,
Satisfecho, ofendido, receloso;

Huir el rostro al claro desengaño,
Beber veneno por licor suave,
Olvidar el provecho, amar el daño,

Creer que un cielo en un infierno cabe,
Dar la vida y el alma a un desengaño,
Esto es el amor, quien lo probó, lo sabe.

Lope de Vega

viernes, 8 de junio de 2007

Bichito 001

All you need is love
Lennon/McCartney

Bichito: Introducción

En 1976 Jorge Enrique Adoum publicó una novela deliciosa y extraña que devoramos y adoramos casi todos mis amigos cercanos de esa época: Gloria Soto, Rafael Fernández, Jorge Martínez Peniche, Carlos Castañeda (mi gran maestro de la vida), etc.: Entre Marx y una mujer desnuda. Les recomiendo la entrevista que le hizo Aida Toledo de la Universidad de Alabama acerca de esta novela. En esa obra, tal como le explica Adoum en la entrevista, aparecen varios recuadros en los márgenes de la obra en donde aparece un personaje llamado Bichito


AT: Para mi Bichito es una de las partes más misteriosas de su novela, podría hablarme un poco acerca de este personaje?

JEA: Existió, durante la escritura de Entre Marx…, pero quedó al margen del libro (por eso sólo aparece en notas mínimas en los márgenes de algunas páginas). La mataron los militares argentinos. Es el personaje central de Ciudad sin ángel, también publicada en México, pero aún allí Bichito es, en cierto modo, el personaje que no está y encarna la presencia feroz de la ausencia.

Ya usé la idea de los Bichitos en una revista que dirigí en la FESC UNAM llamada ConCiencia --con temas de Química y educación--, en la cual aparecían tambien los recuadros con bichitos numerados, y dentro del recuadro alguna frase célebre, algún pensamiento, algo digno de anotarse es ese espacio.

Pues bien, los Bichitos reaparecen en este blog. Trataré de mantener una línea en su contenido: textos cortos sobre el amor y las relaciones amorosas.

Esta entrada del blog no es un Bichito es simplemente la explicación de algo que vendrá en el futuro, además de ser una remembranza de Adoum, que adicionalmente escribe poesía:

IT WAS THE LARK, BICHITO, NO NIGHTINGALE*


No es fácil injertarse en ti, ísima mía.
Me doy cuenta de que fue risa y no tos
lo que te dije, y debo despensar las cosas
que puse en tu silencio, y salir de tus bocas de
y dejarte, mitad sola, gastada por mis vellos.
Es el día consuetudinario, conozco su censura.
Se diría que el agua usada del llanto desbordara
de anteojos, baúles, bodegas, por mi culpa,
que todas las guerras que pacen amarradas
se fueran galopando a comer, solo porque
me olvidé de sufrir anoche, y fuera el centinela,
o me hubiera ido a volver, descuidando la tierra.

No es fácil ser feliz: primero, no nos dejan
y, quién sabe, será también la falta de costumbre
o tal vez haya que aprender, pero cómo, desterrado.

Metí amor en esa habitación de cejijunto,
en esta sólida soledad que debo hacer a un lado
pues no cabemos ya los dos al mismo tiempo,
mas parece que hubiera que aguantar toda la vida,
hacer cola en el mundo, esperar que los demás
pasen primero a casarse o comer o a sus negocios,
para empezar a vivir sin sentirse culpable,
conmutándome a tu lado la pena de durar.

* “It was de lark, the herald of the morn, no nightingale”
de la escena quinta del acto tercero de Romeo y Julieta,
de Shakespeare.


miércoles, 6 de junio de 2007

Ese bicho llamado amor

Ya les he platicado que soy parte de un grupo de discusión por correo electrónico desde la prehistoria: circa 1992.

En esa lista de discusión me enteré del video que aparece en mi nota inmediata anterior, el cual, desde luego, ha sido comentado por los miembros de ese grupo denominado PCM.

En uno de esos comentarios el Gunds, un gran cuate, dijo acerca del video:

> A mi gustó, especialmente porque me la pasaba
> encontrando la cara de Pris todo el tiempo.... Lo
> se, estoy mal.... ¿tendré remedio, doc?

lo cual provocó esta respuesta de mi parte:

Sí, ese mal se llama amor. Sí, sí tiene remedio, pero el remedio es peor que la enfermedad. ¡Reza porque sigas infectado de ese bicho!


¡Que el amor de Pris y del Gunds sea eterno y enriquecedor de sus vidas!

La belleza femenina, el arte y la tecnología

Esa mezcla puede provocar cosas tan bellas como esta, que conocí gracias a mi cuate Gerardo Marín:

domingo, 3 de junio de 2007

Buen fin de semana

Hace unos minutos partió Lala a Metepec, municipio del Estado de México contiguo a la ciudad de Toluca. Debe llegar a su casa en 45 minutos. Regresa después de pasar el fin de semana conmigo. Ayer, a las 11:40 de la mañana llegó a mi departamento en la colonia Popotla, un viejo barrio de la Ciudad de México.

Fue un fin se semana realmente diverso y divertido, les cuento:

Decidimos visitar la zona sur de la ciudad, así que primero nos dirigimos a la Ciudad Universitaria, la cual alberga a muchas escuelas, facultades y oficinas administrativas de la Universidad Nacional Autónoma de México, para visitar esa gran (en extensión) obra de arte llamada Espacio Escultórico. Desgraciadamente, y gracias a algún burócrata que no despega las nalgas de su escritorio, no pudimos visitar ese sitio: sólo se permite la entrada ¡DE LUNES A VIERNES!

Ni pex. Enfilamos el auto hacia la casa de Frida Kahlo en Coyoacán. Como siempre la casa azul estaba llena de extranjeros. Es impresionante lo conocida que es Frida en todo el mundo. Había por lo menos japoneses, alemanes y gringos. Lala se maravilló con el mantel de la mesa del comedor, con los cojines de las almohadas de la cama de la artista, ambos con el colorido de sus obras. Desde luego que aproveché para hablarle a Lala de Lenin, Trotsky, Marx y otros santones socialistas cuyas retratos aparecen en varias partes de la casa.

Al salir del museo ya pasaba de las 15 horas. Ya era tiempo de comer. La elección era casi obvia: La Guadalupana. Después de depredar los nopalitos, las zanahorias y la coliflor en escabeche que nos llevaron en un plato, acompañados de pan integral con mantequilla, y casi acabar con dos micheladas, ella pidió el mole poblano con pierna y muslo y yo la famosa lengua a la veracruzana que ha hecho famoso al lugar. Yo todavía me tomé un caballito de Sauza Hornitos, mi tequila preferido. Finalmente compartimos un flan napolitano y cada quien terminó con café americano.

A tres minutos de la cantina se encuentra el Museo de Culturas Populares en el que vinos una exposición interactiva de arte popular para niños y una muestra de cruces católicas en el estado de Guerrero. No nos tomó más de medio hora visitar el museo. Realmente yo esperaba encontrar algo más profundo e interesante. Ya será en otra ocasión.

Nuestra siguiente parada fue en la Libreria El Parnaso en donde compramos Luna de Miel Alrededor del Mundo de Dominique Lapierre y Noticias del Imperio de Fernando del Paso.

No podíamos dejar Coyoacán si visitar la legendaria nevería La Siberia: ambos optamos por nieve de agua. Ella de melón, yo de mango. Siguen siendo muy ricos, aunque se han encarecido.

Llegamos a mi departamento después de una rápida travesía. Nos recostamos y tomamos una siesta para resistir el plan nocturno.

A las 22:30 nos apersonamos en Sixties Bar. Yo lo recordaba como un lugar de rucos, sin embargo la concurrencia ha cambiado. Ahora estaba ocupado por grupos de mediana edad, de clase media. Pocos de más de 50 años. En mi última visita, hace más de tres años, le edad promedio debe haber sido como de 55 años.

Cuando llegamos estaban tocando música grabada de los 80s y 90s. La pista estaba abarrotada, varios grupos de mujeres convertían al lugar en un sitio ideal para ligar. Más tarde se presentó un grupo de regular calidad: Doors, Led Zepellin, Chicago, Joe Cocker, Santana y muchos más fueron recordados con gusto por los presentes. Después del grupo hubo una larga sesión de viejas melodias; inició con Frank Sinatra, siguió con Ray Conniff y pasó por Elvis, los Rolling Stones, más Doors, Teen Tops, Credence, Enrique Guzmán y hasta Eddy, Eddy de la super fresa Angélica Maria, que pocos saben que escribió el maestro de maestros (me pongo de pie) Armando Manzanero.

Fue increíble. Pocas veces en mi vida he bailado tanto. Más de media hora moviendo mi pesada humanidad a ritmo de Rock & Roll, de Twist, de Jerk, de baladas insulsas, de más Rock, de ritmos de los que desconozco el nombre. Acabé con la camisa empapada de sudor. Y no, no fue por andar hasta la madre por el alcohol, sólo tomamos un tequila y una michelada cada quién, además de una torta de pierna de un sabor mejor a lo esperado. Por momentos me sentí eufórico. La mezcla de las canciones de mi juventud, el ritual del baile y mi cariño por Lala debieron hacer el milagro.

Regresamos a casa a las 2:30 am. Yo me levanté a las 9:00, aproveché el tiempo para ir a casa de mi madre, recoger mi ropa limpia y comprar tamales, pan blanco y pan de dulce para el desayuno. Cuando Lala despertó la apresuré para desayunar y salir temprano hacia el mercado de Sonora.

Ninguno de los dos conocía ese mercado, a pesar de que ambo somos chilangos nunca habíamos entrado a tan popular mercado público. El mercado de Sonora es muy conocido por su oferta de yerbas medicinales tradicionales, y por los brujos que ahí laboran. Esa era la motivación de Lala para conocer el mercado.

Visitamos la zona de venta de animales (perros, gatos, gallinas para limpias, patos, peces, tortugas, ratones, lagartijas, etc.), la de jaulas para aves y la de herbolaria. Llegamos a las zona mágica guiados por el intenso olor a incienso. En un sólo puesto se pueden encontrar imágenes de varios tamaños de San Judas Tadeo, La Santa Muerte y hasta de el Santo Malverde y Changó o Shangó.

Lala compro algunas yerbas: saponaria (después de que dos veces le trataron de vender yerba del sapo) para probarla como detergente y manzanilla, además de algunos chabacanos.

Yo me compré un ring de lucha libre de plástico, quería algo kistch para mi librero: diez pesos mexicanos ($0.90 USD) hicieron el milagro.

Recordé que cerca del mercado, a una cuadras de Lorenzo Boutorini y la calzada de Tlalpan, existe un sitio para comer las mejores carnitas que conozco, así que fuímos allá y devoramos, después de esperar media hora para conseguir una mesa, 300 g de surtida, 2 quesadillas de sesos y cuatro refrescos helados como nalga de muerto.

Regresamos a Popotla. Nos amamos por segunda vez en el fin de semana y nos prometimos vernos muy pronto.

Ya son casi las 22:30, hora de hablar con Lala y preguntarle como le fue de viaje a su casa. No debo olvidar agradecerle la inmensa felicidad que me dio este fin de semana.

sábado, 2 de junio de 2007

Palabras

Este texto lo escribí el 26 de septiembre de 1983, hace ¡23 años! Al capturarlo para su publicación sufrió algunos cambios menores, sin embargo se puede decir que es la edición revisada de aquella de mi juventud.


Junto a mi escritorio tengo una caja de zafiro en donde viven las palabras. Cuando las musas se dignan visitarme abro la caja, tomo una de aquellas y la coloco en la palma de mi mano. Ahí la observo, le hablo, la desempolvo mientras le busco un lugar adecuado en la hoja en blanco. No todas se comportan de igual manera, cada una lo hace según su temperamento.

Hay palabras que me atraen: cotidiano, mujer, alma, paz, amor, siempre. Las uso con frecuencia para construir con ellas algunos poemas.

Algunas, como la inestable pasión, no se someten a mi jucio y buscan acomodo entre las líneas del poema ya avanzado. Debo reconocer que en ocasiones encajan mejor de lo que yo hubiera supuesto, así que, en general, las dejo hacer de las suyas.

En cambio, palabras como ave y suspiro parecen estremecerse al sentir la proximidad de un mientes o de algún odio, y otorgan tal dinámica a los versos que lo pienso dos veces antes de colocarlas antes de un apasionado beso o de una suave caricia.

Es frecuente que al tomar una palabra ésta venga unida a otras, como resultado de trabajos anteriores. A veces, ni sacudiendo con fuerza una pequeña madeja de palabras logro separar un te quiero, ni puedo obtener las palabras que forman un muero sin tí.

He pasado horas y horas buscando palabras que parecen no querer darme la cara. En una ocasión, cuando mi tacto adivinaba un mía todo lo que obtuve fue un inútil pasado.

Me ha ocurrido que las palabras se trenzan como el hilo de un tejido abandonado por varios meses: una masa formado por flor, cielo, lince, máscara y fuego me ocultaron por varias horas a una de ellas que se encontraba en el centro, la cual me urgía para un poema de desamor: vacío.

En cambio, otras saltan de entre la masa y parecen gritarme que quieren salir y ayudarme a armar el poema. De este manera he podido usar a esperanza, muerte, adiós y pincel.

Algunas se niegan a salir de la caja, lo sé por el desazón que sube por mi mano al tocarlas. Las uso por la fuerza que otorgan a algunos versos: diablo, conflicto, olvido y mentira son de este tipo.

Siempre sucede que algunas se quedan en mi mano. Después de esperar algún tiempo se acurrucan en mi palma y ronronean restregando su costado contra mis dedos. Casi siempre me siento incapaz de molestarlas para ocupar su lugar, así que suelo prescindir de ellas para ese poema . Tal suerte han corrido perdón, arcoiris y, extrañamente, nosotros.