Que vaya a misa en lo oscurito, que deje su limosna y que le pida a su diós por su familia es muy su cuento; pero que a nombre de sus representados unaugure una reunión que incluso va a contracorriente de la sociedad ya es asunto público que no deberíamos permitir.
¡Si Juárez no hubiera muerto!
Helguera, en la Jornada, es contundente:

1 comentario:
Pues qué acaso estamos regresando al oscurantismo?
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