martes, 13 de febrero de 2007

La confesión de Malpica

Soy miembro de PCM, una comunidad virtual que data del siglo pasado, circa 1992. Sus miembros tienen en común la inteligencia, la necedad, el humor negro y el tener discapacidades diferentes a la de la gente normal.

Hace poco, al discutir por internet acerca de un asunto serio, dos de sus miembros --el Tío Noc o Nocturno y Toño Malpica-- crearon este diálogo que transcribo sin cambios.

Sólo diré que la primera parte es un trozo de un mensaje de Nocturno, en el cual, dada su ateísmo galopante, se declara no apto para las confesiones religiosas, y le endilga a Toño esa tarea. Luego viene la respuesta de Malpica, que aquí queda para la posteridad.


[Toño] > Toño y el "No me mueve mi Dios" versión cumbancha rococó.

[Nocturno] Aé, aé... póngale cien garotas dándole en el sambódromo y you've got a deal.

Nocturno peca y tú te confiesas

[Toño] Chale. Con razón la última penitencia me salió tan cara.

Ora que, ya en serio... tengo de no confesarme desde mi boda.

En lo que llegaba la novia mi mamá sale de la iglesia a preguntar si ya nos habíamos confesado los novios y bueno, claro, el novio que no quería que le salieran a la última hora, salón pagado, chelas enfriándose y todo, con que no se podía casar porque primero había que practicarle un exorcismo, díjele que sí. Y santas pascuas.
Pero luego, cuando ya estaba la novia en la puerta, sale una monja de la iglesia a preguntar si ya estaban confesados los novios. Y lo malo es que le preguntó a la novia, que tuvo a bien decir la verdad y contestar que no. Y ahí vamos el par a confesarnos. Laura, como debe ser en una novia, salió en chinga de la sacristía.
En cambio el novio (que además debía enfrentarse al
mismo párroco que le dio la primera comunión y que era famoso por sus confesiones a la italiana (onda Fellini) y atacaba con un cuestionario nada púdico del corte de: "Te has masturbado? Cuántas veces?" cuando éramos chavos) tuvo que iniciar la confesión con la confesión de que no se había confesado en un chingomadral de años. Luego, el resumen. No he matado a nadie, no he robado pero sí dado mordidas y etcétera hasta que, al fin, al llegar a la parte del sexto mandamiento, confieso al padre que me da pena confesar lo inconfesable, que tiene que ver con cosas que pasan en un departamento de soltero durante seis años, no que uno quiera que pasen, pero de que pasan, pasan. Y, para mi fortuna, a éste párroco la edad lo estaba volviendo blando, o chance y cínico también, me pregunta, "Bueno Toño, pero quieres a Laura, ¿no?" Y yo le respondo, "Sí, Padre. Eso sí". Así que levanta la mano y me avienta el "ego te absolvo" sin echarme en cara, como antaño, que cada vez que cometo un acto impuro llora el Niño Dios. Y me da una palmada en la espalda. Luego, salgo de la sacristía para encontrarme con los ojos de mi mamá en las butacas y le hago saber con mi mejor cara de contricción que sí, que sí confesé el pecado de haberle mentido a mi propia madre quince minutos atrás.

Si uno de estos días se me ocurre volver al confesionario igual y busco otra vez al Padre Pepe. Seguro que me la deja igual de barata así le confiese que voté por el peje y que mi última confesión fue un fraude.

Slv22
Toño peca y el que sigue se confiesa.


En un mensaje posterior, Nocturno propone alguna respuesta al confesor:

[Nocturno] Por cierto, parece que, ante la pregunta "¿cuántas veces te has masturbado?", respuestas como "todas las que pude", "¿qué día?" o "¿a poco usted las cuenta?" no ganan puntos por su patente honradez y sano candor.

Nocturno y el concierto de suspiros de alivio La Clausura del Purgatorio

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