domingo, 1 de junio de 2008

Pedazos de alma. Parte 3.

III
Observé la foto una vez que descargó en la Macuarra.

Una foto antigua de un vestido de novia. Un foto con manchas de café o vino o lágrimas o semen.

Una mujer en sus cinco sentidos, con todas la neuronas funcionándole correctamente no envía una foto así a un virtual desconocido.

Y además, como con la foto de la cicatriz, hay un mensaje que debo descifrar.

Vestido de bodas. Boda. Manchas. Pátina del tiempo. Mujer desquiciada.

No hay novio, tampoco novia. La imagen sugiere tristeza, soledad, abandono.

¿Una boda que no se realizó?

Bien, haré ingeniería inversa:

La foto es de los 20s. Su abuela se casó con ese vestido y ella lo heredó para su boda que se llevaría a cabo este mismo año, pero su novio murió y ella enloqueció.

No, muy de telenovela.

Va de nuevo.

La foto la tomó el día de hoy. La retocó con Photoshop antes de enviarla. Se casará en una semana pero quiere una última aventura antes de hacerlo. Esta tratando de seducirme, de provocarme. Quiere hacer el amor conmigo con su vestido de amor puesto, para manchar esa boda con un novio que la acaba de engañar, pero ella no quiere, o no puede, detener esa boda debido a que ... ¡No! ¡Puta madre! ¡Estoy alucinando! No, esa es una hipótesis muy ególatra. Ni me conoce, debe conocer a veinte cabrones a los que se podría coger antes que a mi.

¡Qué más!¡Chingada madre, qué más!

OK, puede ser asi:

Es un gay que se hace pasar por mujer. Me conoce por mi trabajo. Hay muchos putos en el ambiente del diseño y la publicidad. No sabe como llamar mi atención. Quiere reblandecerme con sus pinches misterios y luego ...

!No! Me estoy afectando. Las ideas no encajan en nada. Pinche vieja loca, pinche marica degraciado !Ya no debo hacerle caso!

Apagué la computadora encabronado. Fui a la cocina, me tomé de un trago un vaso de vino y me me fuí a dormir.

IV
Pasé muy mala noche.

Apenas son las cinco y media de la mañana y ya estoy de nuevo tratando de entender esta nueva clave.

No le encuentro pies ni cabezas.

¿Qué tal si simplemente me manda lo que se le ocurre, que no existe ningún mensaje y yo estoy aquí hecho un pendejo tratando de desentrañar un misterio que no existe?

OK, voy a suponer eso. Espero que en la noche pueda hablar más tiempo con ella. Pinche vieja loca.


V
-- Hola buey. Son casi las dos de la madrugada, ¿qué no descansas nunca?

-- No te hagas buey, te estoy esperando.

-- ¿A mí? ¿para qué? No recuerdo haber hecho una cita contigo.

-- Mira cabrona. Me tienes que decir quién eres, qué quieres, que rollo con las fotos que me has mandado.

-- ¡Tu me pediste fotos mías! ¿No te acuerdas?

-- Si, pero de ti, de tu cuerpo, de tu cara, para conocerte ...

-- ¿Y las fotos que te he mandado no han servido para eso?

-- Si, pero ... No, realmente, no. Mándame alguna en la que se vea tu cara, como vistes, como es tu casa. No sé, algo más cotidiano.

-- Las cicatrices y la vestidos son cosas cotidianas, ¿ o no?

-- No te hagas buey, sabes a lo que me refiero.

-- Pinche necio, si esas fotos no te dicen nada de mi, ¿qué crees que te dirá una foto de mi cara? ¡Nada!

-- Tu mándame una normal, en dónde pueda ver si eres joven o vieja, gorda, chaparra, guapa, prieta. No me importa como eres, quiero saber que existes !Una foto normal!

--OK, espero que la siguiente foto realmente te ayude a conocerme.

-- ¿Me enviarás otra foto?

-- Claro buey, aquí va ...

Estoy temblando, puedo recibir cualquier cosa.


-- ¡Chinga tu madre! ¿Qué es eso? ¡Me cae que estás loca! ¡Pinche vieja desquiciada! ¡Ya no te voy a pelar!

-- Jajaja. calma chamaco. ¿Qué, no te gusta la novela negra? Chaucito. Jajaja.

Prometo no seguir con este juego.

1 comentario:

Armida Leticia dijo...

¡Qué mujer más corriente!¿Para qué quiere conocerla el caballero?¡¡Qué se busque otra amiga en la red!!

¡Pero quiero saber en qué termina todo esto!

Saludos.