domingo, 10 de diciembre de 2006

Estética del Caos

Este texto lo escribí con el propósito en enviarlo a un concurso de ensayo que organizó la extinta estación de radio Rock 101. Nunca lo envíe al concurso, pues nunca lo concluí. De hecho acaba abruptamente, no tengo la más mínima idea de la fecha en que lo escribí, pero debe tener más de 15 años de antigüedad.
No quise terminarlo, ni corregirlo. Sería traicionar un poco mi propia historia.

-------------- Inicio del ensayo --------------------------
La estética del caos
¿O debería ser el caos de la estética? No lo sé. El
rockúnico motivo para escribir el presente texto es ese: el que
sea rockero y único. Rockero por las razones que serán obvias al
leer este texto. Único porqué no ha existido otro semejante en
las letras hispánicas desde que se relataron las andanzas de Ruy
Díaz de Vivar, y no existir nada similar aun en los tiempos
postpostpostmodernos.
¿Por qué gastar los precioso momentos de esta cálida noche
de verano en escribir sobre el caos y su belleza cuando podría
estar con ella, dándole sentido a esta entrópica existencia? Por
dos razones: porque de ella me separan decenas de kilómetros y
porque el cuerpo debe dejarle sus tiempos fuera al espíritu. Así
que, en su ausencia, vayan estos pensamientos sobre el movimiento
perpétuo.
Decíamos que la estática del caos es la ausencia de
movimiento debido a que la suma de fuerzas sobre el caos es igual
a cero.­­­­Perdón!!!! No es la estática sino la estética la que
nos debe preocupar ahora. Continuamos. La estética del rock me
lleva al caos al tratar de entender como es que, ante una
definición que no haré explícita por ser esta una tarea
imposible, bajo el influjo de la palabra mágica TODO, si TODO se
vuelve rock, roca, roza, rosa, ave Roc: ­Por favor ¡créemelo! He
escuchado a través de la frecuencia 101 una tonada que dice "uno,
dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, maaambo" y en ese
momento es como rock para mis oídos, en esos instantes se me cae
toda la estructura estético-musical-histórico-popular y ¡el mambo
se vuelve rock!, ¡me invade el caos!, confundo a Pérez Prado con
Bruce Springsteen. Es cuando la luz llega a mí y comprendo porque
a Los Caifanes los premiaron como el mejor grupo de música
tropical. Es simplemente una muestra de que el caos lo domina
todo, de que el rock es la suma de todas las cosas, que pretender
poner orden en este movimiento que lo inunda todo es inútil: lo
que estructuremos hoy, el caos lo revolverá mañana.
¿Te has preguntado por qué Penny Lane es rock, por qué Samba
pa' ti es rock, por qué Rapsodia Bohemia es rock? No lo hagas. Tu
mente entrará en un estado de confusión tal que acabarás amando
un solo de redoba tanto como el gran solo de bateria de In a Gada
Da Vida. Debes anteponer el caos ante cualquier análisis
estético: esto es rock porque así me suena, aunque no escuche una
sola guitarra eléctrica y en el fondo existan tantos violines
acompañando a las voces que dicen "All you need is love"
Así, debe ser claro que el caos es bello, es estético, tiene
un gran encanto. El caos, el desorden, es un símbolo de vida, de
cambio, de movimiento. Cuando ...
----------------------- Fin del ensayo ------------------

1 comentario:

Anónimo dijo...

El caos, todo es caos. TODO, ESTAMOS ENVUELTOS EN UN CAOS. YO SOY CAOS, TU ERES CAOS, LA VIDA ES UN CAOS, Y POR ESO ES BELLA.