La semilla del texto la sembró Anita, una niña rubia de 9 años, hija de Lala. A partir de allí y entre risas, cocinamos esta obrita de arte:
Las Habas
Las habas siempre me reciben con una amplia sonrisa
Creen que acaban de hacer una nueva amiga
Pero no saben, las muy ingenuas,
que están a punto de ser devoradas por mi
1 comentario:
Juar, juar, juar, ¡muy bueno!
Estoy a punto de creer que siempre las semillas de todo lo interesante, bueno, útil, la siembran los niños.
Te felicito, amigo Roberto. Al parecer, tu última reconstrucción tiene mucho sentido y ya venciste al cataclismo.
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