viernes, 9 de marzo de 2007

Un mensaje de Esther, la poeta de La Tregua Café

Este mensaje lo recibí en mi cuenta de Gmail, me lo envió Esther, una de las dos mujeres insustituibles (la otra es Brenda, su hija) en La Tregua Café.


Roberto:

Entré a tu blog con la sana intención de dejarte un breve comentario y mi poema que leyó el Tigre Famélico esta noche [para celebrar el Día Internacional de la Mujer: Nota de la R.]. Nunca pude lograr dejar el comentario, tal vez mi computadora es lenta aunque a decir verdad, creo que la lenta soy yo en eso de los espacios cibernéticos.
Te envío el texto en archivo adjunto, o tal vez lo pongo aquí, lo más rápido y fácil, porque entre los intentos en tu blog y mis distracciones en mis sitios de poesía, ya son más de las 3 de la mañana.
Hasta pronto, un beso.

Esther Alvarado

Cuando se vive intentando deslindar la realidad de la ficción, es fácil creer que La Tregua es un sueño. Soñar, confundir la voz interior con las imágenes que creadas desde el timbre sonoro del Tigre Famélico y la presencia etérea de García Márquez, hacen difícil, muy difícil aterrizar cuando algún cliente pide en la barra un capuchino.

Música, poesía, obras pictóricas que penden de los muros, crean un discurso de sensaciones que toman la palabra desde el aroma, hasta el café; desde el agobiante trabajo hasta la placentera charla con amigos como tú Roberto, quien eres ya insustituible en nuestras noches bohemias.

Prometí enviarte el poema que se leyó hoy por la noche, con motivo del día internacional de la mujer. Cumplo mi promesa:

MUJER
Mujer
metáfora y luna que en el alba crece
mujer
nodriza de la noche transparente
mujer
manzana de pecado incierto

Asciende al sol tu pensamiento llano
que en luz de amanecer te multiplica
muchacha que destila rebeldía
y reta con pasión las tradiciones

Niña – raíz de germinal promesa
en clara semejanza con la vida

El agua de tus manos es torrente
caudal vertiginoso de caricias
senda de sol
claro de voz
afluente de íntima promesa

Mujer – semilla
sembradora de futuro

Útero de tierra fértil
cosechando fantásticas auroras

Mujer de llanto fácil
con excusas de cebolla
lluvia de lágrimas ardientes
que florecen en voz libertadora


Doméstica tristeza abandonada
en el viril desierto de los amos

Hembra del cosmos preñada de luceros
fecunda parturienta de infinitos
en tu redondo vientre
en la esfera misteriosa de tu entraña
engendras los planetas
fecundas las galaxias

Limpiadora del polvo interminable
soltera solitaria
tejedora de sueños
hacedora de hijos

La perfecta casada que en sus blancas espumas
lava triste las culpas que le endosa la historia
religión y pecado
sumisión y virtud

Mujer – sirena
en el fango de Ítaca humillada
prisionera voluntaria que ahora canta
únicamente cuando llora el nene

Mujer de barro
sin moldes
sin troqueles de costilla

Mujer que dejas la enagua y el rebozo
y empuñas un fusil buscando patria

Hija de Eva
viajera suspendida en el eclipse como dócil amante
abnegada señora
obediente chiquilla
o la dama elegante despojada de vida

Un impulso derribó hoy las costumbres
con el fuego de tu sangre renovada
y eres musa fugitiva de los versos
que el marchito bohemio recitaba

Amazona del tiempo
que en lucha de equidad llegas a Venus
y rescatas tus alas de entre el miedo
y vuelas ya sin freno hasta lo eterno
tan lejos como alcanza el pensamiento
tan cerca como tus sueños
tan cierto, como existir

Esther Alvarado
Marzo, 2mil4

Espléndido poema.

Esther, me siento orgulloso de tu amistad.

Gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola señor del cafe somos la pareja de jovenes apasionados que menciona en sus relatos, nos gustaria ser los protagonistas de su proximo relato esperamos verlo pronto