domingo, 25 de mayo de 2008

Pedazos de alma. Parte 1.

No sé como obtuvo mi dirección de mensajería instantánea, pero anoche, después de una fiesta en la que corrió tanto tequila como lluvia les cae a los habitantes de Chalco llegué a mi departamento de la colonia del Valle a las tres de la madrugada, prendí la Mac (Macuarra, de cariño) y me dispuse a ver quienes de mis cuates de otras ciudades estaban conectados.

Al iniciar el programa de chateo apareció una ventana que me indicaba que un usuario, con el nick de pedazosdealma, quería ser mi amigo, acepté la propuesta y en pocos minutos apareció su primer mensaje:

-- Hola niels, ¿cual es tu nombre real?

-- Hola pedazosdealma, eso no se pregunta en una primera sesión, además primero debo saber quién eres tú. ¿De dónde me escribes?

-- De tu mismo país, soy mexicana.

-- ¿De la Ciudad de México?

-- Tal vez, tal vez, maybe!!!!!!!!! Jajaja, que curioso eres!!!!

-- No más que tú, que ya quieres saber mi nombre. ¿Quién te dió mi dirección de MSN?

-- Pareces nuevo, hay tantas referencias en internet sobre tus cuentos y poesías que no fue necesario que me la diera alguien específico.

-- ¡Mientes, en mi blog sólo publico mi email, pero nunca esta dirección, precisamente para evitar que me molesten por MSN! ¿Cómo la obtuviste?

-- ¡Ay corazón, eso no se pregunta en una primera sesión! (Iba a decir 'primera cita', pero eso es cosa del pasado).

-- OK, no me digas nada por ahora, pero a cambio háblame de ti. ¿Estudias o trabajas? ¿Cuántos años tienes?

-- OK, eso sí te lo digo. Trabajo, soy asistente de un ingeniero en sistemas, tengo 29 años. ¿Tu eres diseñador y tienes 35?

-- Casi acertaste, soy programador, aunque a veces hago diseño gráfico y tengo 34. Solterito, ¿no te emociona? ¿tienes compromiso?

- ¡Estás loco, compromisos a mi edad, con esta cara y este cuerpo, y en pleno siglo veintiuno! Soy libre como el dólar, que por cierto anda de capa caída.

-- jajaja ¿tu también andas de capa caída? ¿en plena devaluación? jajaja

-- No buey, yo estoy a la alza!

-- Oye 'buey', ¿y como sé que no eres uno de mis cuates o un gay que me quiere ver la cara de what?

-- jajaja, pues tendrás que confiar, ni modo que te enseñe mi credencial del ife por mi webcam!

-- No es mala idea, y algo más que pueda probar tu sexo!

-- Oye, ¿no vas muy rápido? Espera, a que nos tratemos más.

-- OK, seré paciente, me late que eres buena onda. ¿Por qué te conectaste conmigo?

-- La verdad no lo sé. Tal vez por tus cuentos o algún poemilla tuyo que me gustó. En la foto de tu blog apareces como intelectual del siglo pasado, se me hace que hasta eres un chico interesante.

-- Gracias, pero eso me dicen todas, jajaja. Ya en serio, ¿qué esperas conseguir hablando conmigo?

-- Uff que mamila eres, ¿debo confesarme para que te dignes hablar conmigo? Dímelo para hacer la solicitud.

-- No, no es eso, no te sulfures, pero no es común que una desconocida (suponiendo que deveras eres una bella hembrita) llegue a mi MSN y ya!!!

-- No te asustes, no te voy a hacer nada. Solo quiero conocerte.

-- OK, ¿tienes un blog o un sitio en dónde pueda saber de ti, ver algunas de tus fotos en MySpace, Facebook, Hi5, any?

-- Maybe!!! Vete con calma buey.

-- No mamar, tu sabes mucho de mi!!! Al menos dame una pista!!!¿Por qué debo creer que eres una chava de 29? Hay mucho gañán en la red.

-- OK, dime cómo te lo puedo probar!

-- Pues mándame una foto, no tiene que ser en bikini, jajaja, al menos de tu cara.

-- Te mandaré una foto, pero no de mi cara ...

-- ¡Suena interesante!

En ese momento apareció en mi pantalla una ventana que me anunciaba que pedazosdealma me quería enviar una imagen, así que la acepté, y mientras bajaba a mi computadura le pregunté:

-- Oye y de dónde sacaste ese alias tan original 'pedazosdealma'?

-- Es que estoy formada, esencialmente, por pedazos de alma de toda la gente que he amado, odiado, herido, ayudado, etc. Tal vez un pedazo de tu alma pase a formar parte de mi. Sólo el tiempo lo dirá.

Sentí un ligero escalofrio al leer ese mensaje. Ya eran las cuatro de la mañana. Ya debía dormir, en cuanto la foto terminara de bajar me despediría de ella y me iría a la cama.

Continué, pues la foto era muy pesada y no acababa de bajar:

-- ¿No quieres una foto mía?

-- No gracias, te conozco mejor de lo que supones, ya te pediré alguna especial en su momento.

De nuevo me sentí incómodo, ¿quién era ella? El estilo de su escritura no me recordaba a nadie conocido, ¿de dónde me conocía?

La imagen casi había acabado de bajar, en mi pantalla empezaban a aparecer las primeras líneas. Era piel, sí solo piel. Me excitó imaginarme la parte de su cuerpo que vendría en esa foto. Más líneas, más piel, parecía una mano o una espalda femenina. Me emocionaba.

Después de algunos segundos más, en los cuales los dos dejamos de escribir, expectantes, apareció la imagen: era una mano, más bien el dorso de una mano femenina. No se veía ni la muñeca ni los dedos, sólo el dorso, con las venas muy claras y sin manchas, una mano joven. Al aumentar el tamaño de la imagen me di cuenta que además había una ligera cicatriz, no visible de inmediato, casi transparente, con la forma de hoja de árbol, perecida a la de maple, de más o menos cuatro centímetros. Eso era todo. Me volví a sobresaltar. Nunca me habían enviado algo así en los siete años que llevo navegando y conociendo chicas por medio de internet.

Le pregunté:

-- ¿Qué me enviaste? ¿No te equivocaste de imagen?

-- Lo que me pediste, una foto mía.

-- ¿Es eso una cicatriz? ¿Estudias medicina o algo así?

-- Si, es una cicatriz, y no, no estudio medicina. Esa foto te debe decir algo de mi, mucho o poco, dependiendo de tu imaginación y de tu poder de deducción.

-- No entiendo ¿qué me puede decir esa foto acerca de ti?

-- Te daré otra pista: busca un poema de Benedetti en donde habla de ladrillos y casas, tal vez eso te ayude.

-- ¡Eres muy rara, me cae!

-- Maybe!!! Por cierto, ya mero amanece, debo ir a dormir. Ojalá mañana volvamos a chatear.

-- ¡No te vayas, explícame!

-- Mañana continuamos, bye. Besitos.

El programa me anunció, con un tierno timbre, que pedazosdealma se estaba desconectando.

Miré la foto por diez minutos más, no entendí nada. Me prometí que mañana buscaría lo de Benedetti y los ladrillos.

Tuve que tomarme un último tequila para poder relajarme y finalmente me venció el sueño deseando que ya fuera la noche siguiente. Soñé que me despedía de ella dándole un caballeroso beso en el dorso de la mano derecha.

Esta la mañana, al despertar, creí percibir un ligero olor a maple en mis labios, creo que me estoy dejando influir por el misterio que rodea a las sesión de hace una horas en la madrugada.

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