Inmediatamente recibí tu respuesta en mi pantalla:
--Sospecho que te interesa más mi sexo que yo.
Y yo, simplemente, te dije la verdad:
--Sí, a ratos.
--Lo sabía, lo sabía--contraatacaste.
Y yo, simplemente, insistí con la verdad:
--Pero a ratos me interesa tu cerebro...
a ratos tus senos...
a ratos tu cerebro...
a ratos tus piernas...
a ratos tu cerebro...
a ratos tu pelo...
a ratos tu cerebro...
a ratos tu boca...
a ratos tu cerebro...
a ratos tu mejilla izquierda...
a ratos tu cerebro...
a ratos tu sexo...
Recapitulé.
--Como ves, al final, tu cerebro es el ganador.
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4 comentarios:
NUNCA ME CANSARÉ DE LEERTE
Toda la razón te la doy, es algo cruel, pero no puede ser lo único, de ser así no habría gusto a la pupila ni esponteneidad, es lo mejor que te enamores de su cerebro que lo hagas de su físico, pero éste también es importante, ya que no vas a conocer el cerebro de una persona a primera vista, o sí? Que buen blog, me gusta leerte!!
necesidad de comprobar:)
Maravilloso y Ad Hoc con el momento!! Gracias!!
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