miércoles, 17 de enero de 2007

El Efecto Match

Nada es perfecto. El servicio que ofrece Match a los buscadores de pareja dista de ser un método ajeno a la naturaleza humana.

Los usuarios del servicio podemos enviar y recibir mensajes electrónícos de los miles de personas suscritas al sitio. Algunas de mis amigas que conozco gracias Match me han contado que han recibido hasta 800 mensajes (entre correos y guiños) en sus cuentas.

Esto provoca una situación que puede ser inquietante para muchos. Lo he denominado El Efecto Match.

Después de algunos días de ingenuidad, de enviar correos, guiños y establecer contactos más o menos permanentes con personas afines, pero sobre todo al usar de manera cotidiana los servicios de mensajería instantánea que prestan el Messenger de Windows o el Gaim de Linux, cae uno en cuenta de que no está solo: nuestra casi amada está recibiendo correos de otros pretendientes, chatea, al mismo tiempo que con nosotros, con nuestros rivales; o, lo peor, tiene citas reales con personas de carne y hueso, seguramente gente muy atractiva, divertida, encantadora, sexy y con 'posición económica estable'. Exactamente como se espera que sea el hombre ideal que muchas definen en sus perfiles.

Es el momento en que la realidad nos cae como cubetada de agua de pozo: el mismo instrumento que nos acerca a la futura pareja le sirve a ella para conocer a otros que TAMBIÉN la necesitan, la cortejan, le mandan besos, le piden fotos, la desean, ¿la obtienen?

El efecto Match ejerce su efecto de ida y vuelta. Veamos un caso. En futuras entregas analizaré otros más.

Caso 1
Tengo una amiga de Match con la que acordé ir al cine los martes. Si por alguna razón un martes no puedo ir me reitera la pregunta: "¿Ya te hiciste novio de alguna chica de Match?".

Yo le he contestado, tambien reiterativamente, lo mismo: "El día que inicie una relación o me comprometa con una chica de Match, el resto de mis amigas lo sabrán, pues será el momento en que deben (debemos) decidir el futuro de nuestra amistad"

Sí, el efecto Match se genera gracias a los múltiples contactos que se pueden tener por la red. A diferencia de la realidad real, en donde un individuo esta circunscrito a su ámbito social formado por la familia, los compañeros de trabajo, colegas, cuates de la escuela, clientes, proveedores, etc., internet no impone límites físicos claros para los encuentros. Los usuarios de Match pueden, al menos en teoría, enviar guiños o mensajes a toda la base de datos del sistema, sin importar edad, localización, género, ingreso, ocupación, etc.

De esta manera, es posible que esa chica que me interesó por su manera de escribir su perfil, el empleo que tiene, su belleza, su cercanía a mi domicilio, su edad y sus aficiones, le interesa a cientos de personas con mis características, o a usuarios de otro estado o país, a personas más atractivas físicamente que yo, o con mejores ingresos, o más jóvenes o más hábiles para escribir mensajes electrónicos convincentes o definitivamente seductores (algo que yo quisiera lograr algún día).

Este tipo de situaciones, que en un momento u otro aterrizarán en el cerebro de los Matchinautas, provocan desconfianza, inseguridad, y la certeza de que nadie está solo en Match.

Hay una gran competencia, casi una batalla, por los mejores cotos de caza, por las mejores presas (de cualquier género). En ocasiones pienso en Match como un gran catálogo de venta de productos para el hogar, en donde cada uno de ellos, los productos, hacen su propia mercadotecnia, su folleto de ventas, para atraer prospectos y clientes.

Internet y Match están promoviendo un artículo muy interesante en su naturaleza: seres humanos ávidos de relaciones personales. De estos artículos hay una gran existencia, pero cada uno es único y (casi) irrepetible.

Por ejemplo, si a mi me interesa Insaculada Aragón, y su perfil la define como algo que todos desean tener en un café, en su casa, en su jardín o en su cama, resulta que SOLO HAY UNA en existencia. Sí, probablemente habrá varias chicas como mi Insaculada, pero exactamente esa es la que quiero; y no quisiera que nadie más la pretendiera, sin importar que yo esté pretendiendo o tratando de convencer a una docena de chicas, sólo con el fin de tener varias velitas prendidas, en caso de que Insaculada, al final, no me favorezca con su amor.

Desgraciadamente no vislumbro una salida fácil para esta situación. Es algo con lo que tenemos que contender en esta ardua tarea de encontrar un nuevo amor.

Hay cosas que no se pueden pedir a un usuario de Match si solo existe una bella amistad entre la pareja de usuarios:
  • Por favor date de baja de Match, y dame la oportunidad de mantenerme inscrito yo dos meses más para asegurarme que no encontraré a nadie mejor que tú.
  • ¿Ya tienes 50 contactos con los que intercambias mensajes? ¡Ya párale!, ¿¡a dónde quieres llegar!?
  • Si, de acuerdo, eso fue una de las razones por las que te mandé un guiño, pero por favor ya no digas en tu perfil que la parte que más te gusta de tu cuerpo son tus senos, que deseas que a tu hombre ideal le guste el erotismo y, sobre todo, que eres multiorgásmica y que piensas que te estás desperdiciando pues tienes extraviada la ruta a tu punto G.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Juar, juar, juar. Muy chido, Roberto. Hay que releer a Cirano para que alcances tu meta. :)

Saludos,
Lazarus.

Anónimo dijo...

Todo lo que dices es verdad, solo te faltó agregar que al final te quedas con las manos vacías, como empezaste

Anónimo dijo...

¿ Para qué gastarse el dinero en Match cuando hay sitios para encontrar Amor Gratis ?